Firme en mi propósito de evitar la sobriedad este verano descubro nuevos bares con nombres como simpatía o el respiro. De momento, éxito total. Quizá amplíe horizontes.
Todas las palabras que acaban en hostia son un asco. Ahívalahostia no. Nadie puede evitar un movimiento soñador con los ojillos mientras la consume.