miércoles, enero 28, 2004

más de lo mismo

Hoy he visto a la carne de mi carne hecha señor con barba que atiende por papá decidir con la frente arrugada a que hora era mejor hacer una llamada. Tras elegir las 20:15 como hora óptima se ha puesto el despertador. Y lo ha conseguido. Ni 20:14 ni 20:16, a y quince en punto.
En cuanto lo he visto me he acojonado un poco, y cerrando los ojos bien fuerte he intentado tomar una decisión, cualquiera, algo sencillito para empezar. Pero no me ha salido, de hecho he puesto la mente en blanco y me ha entrado algo de sueño, así que lo he intentado de otra manera:
De ojitos cerrados, ceño fruncido, nudillos blancos y respirando con el estómago:

QUIERO VOLVER A KANSAS
QUIERO VOLVER A KANSAS
QUIERO VOLVER A KANSAS

Entrechocando los tacones y todo. Pero se me han acabado las ideas. Y me quiero despertar ya, que dormida no puedo volar, joer.

sábado, enero 24, 2004

Pero queriditos, al final la página es mía, y si toca chillar pues chillo, como una niña. Además no era algo particularmente apocalíptico de lo que quería hablar el otro día. Es sólo que me encuentro mal. Que me cuesta encontrarme, más exactamente. Que, como siempre, estoy viendo que va a llegar Marzo y no voy a saber cómo he llegado hasta allí.
Porque yo hiberno. Desde que me pongo la capucha en Noviembre hasta que el viento de Marzo me la saca a hostias. Y perteneciendo a una especie en la que lo habitual no es eso, el despertar es un poquito traumático, porque me despierto a cero, y ya no se trata de reconstruirme a partir de los restos del día anterior sino usando los despojos de hace cuatro meses, que ya ni son de mi talla ni nada (además de haber perdido el color y estar pasados y tal).
Así que con el tiempo quizá sea capaz de responder a cuestiones sencillas, tomar decisiones y tener un ocio sano. Y no mitificaré mis acciones y me levantaré de la silla de una puta vez.
Pero está bien, ¡la gran apertura se acerca!¡próxima etapa: Maite la prima y el mundo!

miércoles, enero 21, 2004

Post insomne

Llevaba un par de días pensando en postear algo apocalíptico, roñoso y egocéntrico, pero estoy de exámenes. Esta tarde, cuando he ido a hacerlo me he encontrado con el nick de un contacto desconocido que tengo en el messenger. Decía:

[escriba aquí su frase para que todos la lean, sea gracioso, ingenioso y no canse a los demás con rayadas] Gracias

Así que casi lo dejo para otro día. Feliz Año Chino del Dragón a todos. Y si alguien sabe cuando empieza el año chino o qué horóscopo toca este año, por favor, que me lo haga saber.

sábado, enero 17, 2004

Diez kilos de pellejo rubio y epiléptico van a hacer un vuelo al natural de unos treinta o cuarenta metros en cuanto consiga sacarlos de debajo de la cama que lo van a flipar. A ese cabroncete lo estan entrenando, lo sé, pero va a aprender a no ladrar a cada movimiento sigiloso que quiero hacer. Se va a enterar de lo que les pasa a los caniches chivatos que avisan a mamá de la hora a la que me despego del pecé. Seguiremos informando.

jueves, enero 15, 2004

Mis abuelas se cortan el pelo y se lo tiñen en casa. Llevan abrigos de paño y telas negras enrolladas en la cintura y sujetas con un imperdible. En las fiestas de guardar se pintan los labios de rojo oscuro.
Y a mí las viejas que me gustan son las de párpados azules y colorete. Enjoyadas, empieladas, y con tirabuzones rubios de querubín, como la Señora Cucharita. Me gusta su aire indefenso y demente, y saber que aunque sean incapaces de salir de sus visones hacen placajes de nota en el metro.
Lo de la demencia es lo de menos. Mi abuela hasta el mismito año pasado tuvo alzheimer, y eso no me ha hecho quererla más. Lo que me gusta de ellas es que se las ve relajadas, con paz interior. Mirando al vacío porque nada las amenaza. Y balanceando las piernecitas en el asiento que siempre consiguen.

Y porque son las únicas que después de tres minutos mirando al vacío empiezan a juguetear con la dentadura postiza. Mis abuelas jamás se lo permitirían.

lunes, enero 12, 2004

Este fin de semana me lo he pasado casi todo descubriendo cosas nuevas, y sin moverme de casa ni nada. Montones de blogs y tonteridas internéticas que aunque me han comprado para su causa y me van a tener como un clavito ahí todas las semanas a ver que es lo que se cuece pues no las voy a decir de puro malas que son (y porque si he caído yo, lo asumo: mártir por mí y por todos mis compañeros). Y tirada como una perra esto es lo que pensé:

Uno, que el corazón se me llena de gozo al ver discursos perfectamente limpios, planchados y almidonados. Y empuñado a mala hostia (que no leche) contra el mundo para salvarlo (al mundo y a todos sus habitantes).

Dos, que esto no se cumple siempre. Algunas gentes subversivas para despertar conciencias y pinchotear almas entumecidas van cambiando de bando. Los muy putas. Pero los más más son los que niegan su labor filantrópica y afirman que lo hacen por choteo o porque no dan para más. Tremendos.

Y las dos actitudes me seducen a partes iguales. Con su dignidad, su conciencia social. Su elevación supraterrenal. Todos con su cuidado por las apariencias, por que no se les vea la costura de todas las cositas esas que piensan ni las anotaciones a lápiz. Y parece que están por todas partes, que son unos artistas y es lo que toca.
Pero luego lees tonterías, entrevistas o cuestionarios y no son pocos los pájaros que están deseando responder en la pregunta que sea que las apariencias no lo son todo para dejar entrever que en realidad son algo más que unos caguetas, que tienen algo salvaje. Pero esos son unos roñas y lo único que quieren es que no les obliguen a quitarse el pirsin cuando despachan en el Bocatta (es que leo revistas de tendencias, pero me da que de aquí a un par de meses me paso a las fotonovelas, que son lo mismo pero en un papel de gramaje cochino francamente más barato).

Y que no sé lo que iba a decir. Que creo en la obligación de aparentar lo que se es. Que si no es un rollo, y me lío. Y que para jugar al pero que mestájcontando ya están los carnavales y los robots de cocina.

martes, enero 06, 2004

Coño, así vamos bien. Posts en las fechas señaladas. Día de Reyes, pa qué queremos más. La mayor perversión humana en estos días es...

a) Refocilarte en un comedero lleno de insensateces alimenticias y/o nutricionales.
b) Pasear por la calle Preciados cualquier día entre Diciembre y Febrero.
c) Montar tu puestecillo de topmanta en dicha calle.
d) Un pijama envuelto en papel de regalo.

Hasta esta mañana mi respuesta habría sido (casi casi) sin dudar la d, pocas cosas me desasosiegan tanto como un pijama de florecillas rosas envuelto en papel de seda y con tarjeta. De hecho anoche me costó conciliar el sueño porque escapando a la atenta vigilancia de mamá entré en el salón y vi algo que sólo podía ser eso. Eso creía.
Pero no, Dios es bueno y me quiere hacer mejor persona. Sabía que ya he aprendido a decir entre grititos “¡¡ooh!!¿un pijama??¡qué sorpresa, es justo justo lo que quería!”, y quiere que amplíe horizontes.
“¡¡¡¿¿dos pijamas??!!¡¡eso sí que no lo podía esperar!!!¡¡menuda sorpresa!!”. Lo he dicho con un rictus un poco tiesecillo. No pasa nada. El año que viene lo haré mejor, estoy segura.

La Navidad ha muerto. Viva la Navidad. Si es que... joder, siempre se van los mejores.

jueves, enero 01, 2004

Ay, que feliz año queridos. Y que éste año me da que no va a ser. Paciencia.
Esto es de ayer, pero la proximidad de la juerga salvaje que me he corrido me impidió postear, tenía que reposar la comida como un buen lechón. Va por tí, Sofi:
Canción didáctica. Porque ya está bien de meterse con los amigos de GranHermano por límites. Que ellos fueron los primeros en decir “tío, si yo te tengo que decir que eres lo más asqueroso que ha parío madre y además un gilipollas, pues te lo digo, porque yo soy así: sincero, y además lo hago con todo mi cariño”. También lo pongo porque amo profundamente a ese grupo y Santiago Auserón tiene la voz más perturbadora que he oído nunca (y el caso es que no me siento bien usando esa palabra, pero supongo que si lo que quiero decir es que esa voz me hace llorar y dar grititos pues no me queda otra):


EN UN BAILE DE PERROS

Cierra la boca ya de una vez
si no quieres llenarte de aire
porque el aire está lleno de moscas
que después no te dejan dormir.

Deja ya de intentar caer bien
a todo aquel que se ponga delante
pues quizá todo el mundo a la vez
va a cambiar de opinión contra tí.

Es mejor que llegues tarde a la cita
y que ya te tendrías que ir
que no sepan por donde has venido
ni por donde vas a salir.

Haz el favor de no tocar ese vaso
estate quieto que te van a dar
y métete en el bolsillo las manos
y no silbes para disimular.

Y no trates de ir de sincero
que pareces el peor embustero
miente sólo un poco en cada ocasión
y tendrás una buena canción.

Y cuando oigas tu nombre sonar
di que sólo has venido a tocar
en este baile de perros
porque los gatos no quieren bailar.

Haz el favor de no tocar ese vaso
estate quieto que te van a dar
y métete en el bolsillo las manos
y no silbes para disimular.

Y cuando oigas tu nombre sonar
di que sólo has venido a tocar
en este baile de perros
porque los gatos no quieren bailar.


Añado: brillante noche ésta (paliza de trivial les metí a los oligofrénicos de mis amiguitos, jujuju).