(En casa viendo peli de localia sobre museo napolitano)
Abuelo: Nerón, Tiberio... ¡eso eran hijosdeputa, no los de ahora!
Yo: Calígula mola más.
Abuelo: si, pero es que ese además de loco era un putero.
Yo: ya, y los otros estuvieron con sus Agripinas hasta la muerte.
Abuelo: nidea, pero locos están algunos, y el sexo le gusta a chicos y grandes.
(La lógica aprovecha esta hábil maniobra del abuelo y se esconde detrás del ficus)
Abuelo: y vaya mariconazos, le daban a todo los guarros, pero una cosa te digo: el día que el matrimonio sea legal para los geis yo me divorcio, que te quede claro.
Yo: ¡olé! ¡tú si que sabes! ¡al cuello, al cuello!
Abuelo: que yo no me invento nada, que el diccionario dice que es la unión entre personas de distinto sexo, menuda panda de ignorantes, ¡que se inventen otra palabra, joder!
Yo: como no la patentes...
Abuelo: si es que no se puede discutir contigo, no sé por qué sigo intentándolo; ¡argumenta coño!
Jo, día tras día así, con las ganas que tengo yo de que llegue un desconocido y me diga que mi vida no es mi vida y me haga rey de los tontos, como a Keanu.