martes, octubre 12, 2004

Hoy puede ser un gran día



El caso es que yo podría ser de esas personas que no hablan para no tener que escuchar. O de las personas que no paran de hablar para no tener que escuchar. Vaya, que podría ser. Quizá en otra vida.

Lo malo de ser medio tolai es que en cualquier conversación y sin apenas provocación de la otra parte puedes adoptar el papel de poli malo y escucharte decir memeces mientras te gritas desde las gradas: “¡¡pero maite, nena, no digas eso por el amor del cielo, si ni siquiera lo piensas!!”. Evidentemente no te escuchas, es lo malo.

Con lo que mola la ropa ¿por qué hay que llevar tan poca? ha cerrado sesión. Por eso escribo con mitones, la virgen qué frío hace.

Lo bueno (aunque quizá también tenga algo que ver la dieta de polvos de poliuretano con teflón a la que me someto, toda todita por la napia, snif, snif) es que basta con que hoy sea hoy y yo esté con todas mis terminaciones nerviosas a punto y el otoño me convenza de que soy mami Naturaleza para que no importe nada más que bajarme a dar vueltas a la manzana corriendo como una demente. O estimular mi secreción de saliva para ahogar con besos e inconexas explicaciones de por qué Poesía Eres Tú a las próximas 370 personas a las que me arrime. De momento tengo todos mis Alpino recién afilados, listos para matar. ¿Alguien quiere un abrazo?