domingo, febrero 06, 2005
Pasa al fondo, Cariño!
(Con T de Tanga)
¿Porqué me compré las chaquetas de alegres colores del post anterior? La culpa la tienen ellas. Un metro cincuenta de cositas rubias que me llaman cariño, corazón o cielo. A mí, con mi metro setentaicinco, mis greñas y mi cara de padecer del hígado. Son como Pequeños Poni de colores fluorescentes repartiendo amor de baratillo. Me hacen sentir mohína, más de lo que me gusta, y acabo comprándome cosas como chaquetas de colores que nunca me voy poner.
Pero no las culpo. Seguramente si fuese rubita o con cara de duende daría bastantes más saltitos. Chillidines no, que de eso estoy servida.
(humm, esto estaba en el limbo de los fetos de post y cuando he entrado no recordaba ni mi contraseña. Qué mal. Pero he estudiado, y viajado, y hago amagos de muerte por gripe o similares. Eso es bueno ¿no?).