lunes, septiembre 26, 2005



Aunque este verano no he hecho prácticamente nada por aquello de mi tendencia natural a la catatonia y la falta de participantes dispuestos a disfrutar un verano a tope y sin dineros en la capital (y de alguna manera los que sí podían siempre acababan decantándose por ir al cine o quedarse costreando en el sofá con el/la churri), algo sí que he hecho. Cosas sencillas como asistir al Día de la Patria Colombiana que se celebraba a mediados de Agosto en Lavapiés, o ir a alternar con bailarines impecables a sitios chulos con imitadores de Elvis donde mi hermana y yo bailábamos a los Ramones como quien ha vendido su alma a las Azúcar Moreno. Un despropósito. Al menos no éramos Fernando León castigado cara a la pared durante toda su cerveza para que pudiéramos ver que en la parte de atrás de su camiseta ponía princesas. Muy fuerte. De verdad.