martes, noviembre 18, 2003

Querido diario:
¡¡¡¡¿¿¿dieciocho de Noviembre ya???!!!!!!! Ha pasado mucho tiempo desde la última vez, y tengo un montón de cosas que contar.
Desde el viernes pasado que estuve en una fiesta, mis amigos han tenido a bien enseñarme tres cosis de mí. Pa eso estamos me dicen (hijos de puta).
Lo primero es que soy una gótica, pero no pasa nada porque ya lo sabía, sólo que jode que se refieran con esa ligereza a mi gusto por los dramas de hipiditos y miradas atormentadas. Vamos que me da la sensación de que no lo valoran tanto como debieran, incluso que hay choteo. Y no, que si me dan a escoger prefiero que me hablen de mi halitosis. O que me dejen de hablar por ella, no sé.
La segunda es que soy una chica disponible, ideal para cuando el novio tiene que marcharse repentinamente y te deja con una aburrida tarde en perspectiva. Y eso aunque podría parecer divertido ¡¡¡uhuhuh tarde de chicas, pon el canal Cosmopolitan y vamos a pintarnos las uñas de los pies mientras hablamos de ellos y de la ropa de la próxima fiesta, guau!! pues no lo es en absoluto porque se limitan a hacer conmigo lo que harían con ellos: se sientan con la mirada fija en una taza de té mientras me cuentan lo que hicieron en el trabajo (y en casos extremos lo que hicieron sus novios en el trabajo).
Y la tercera es que soy una prepotente, pero que no me preocupe, que se me tolera, porque dado lo flojito que respiro a veces la única manera de darse cuenta de que estoy viva es verme enarcar las cejas .
...
También he aprendido otras cosas, pero esas ya por mi cuenta y atando cabos, como que los peceadictos con problemas de cervicales no suelen ser muy hábiles socialmente, igual que las restauradoras gafotas; y que da lo mismo ocho que ochenta (bueno, eso sólo me lo imagino).
¿Para esto valía la pena levantarse de la cama?
Jum, creo que paso.
XXX