Como colibríes dije que eran los mosquitos de mi casa, y no debe ser porque aún no he visto ninguno en toda la semana que llevan masacrándome. Tenía un plan que consistía en encerrarlos a todos en casa y darles un buen baño de Raid, pero es un poco fracaso porque no parece que les haya preocupado mucho, aunque bien es verdad que gracias a eso he dormido sorprendentemente bien.
Aún así no desespero, sin renegar de mi primer plan y sus inesperados y gratos resultados todavía me queda el plan B u opción Jesucristo: “tomad y comed todos de mí hijos de puta, hasta que reventéis”. Puede que mueran, puede que me convierta en el local de moda de la temporada... ¡¡es taaan excitante estar viva!!