Coño, así vamos bien. Posts en las fechas señaladas. Día de Reyes, pa qué queremos más. La mayor perversión humana en estos días es...
a) Refocilarte en un comedero lleno de insensateces alimenticias y/o nutricionales.
b) Pasear por la calle Preciados cualquier día entre Diciembre y Febrero.
c) Montar tu puestecillo de topmanta en dicha calle.
d) Un pijama envuelto en papel de regalo.
Hasta esta mañana mi respuesta habría sido (casi casi) sin dudar la d, pocas cosas me desasosiegan tanto como un pijama de florecillas rosas envuelto en papel de seda y con tarjeta. De hecho anoche me costó conciliar el sueño porque escapando a la atenta vigilancia de mamá entré en el salón y vi algo que sólo podía ser eso. Eso creía.
Pero no, Dios es bueno y me quiere hacer mejor persona. Sabía que ya he aprendido a decir entre grititos “¡¡ooh!!¿un pijama??¡qué sorpresa, es justo justo lo que quería!”, y quiere que amplíe horizontes.
“¡¡¡¿¿dos pijamas??!!¡¡eso sí que no lo podía esperar!!!¡¡menuda sorpresa!!”. Lo he dicho con un rictus un poco tiesecillo. No pasa nada. El año que viene lo haré mejor, estoy segura.
La Navidad ha muerto. Viva la Navidad. Si es que... joder, siempre se van los mejores.